Desde el momento mismo en que nacemos, estamos rodeados de Seres de Luz. La luz es nuestra esencia. Nuestro Ángel de la Guarda, siendo un ser de luz, está con nosotros a partir de nuestro nacimiento para iluminar nuestro camino y guiarnos con amor a lo largo de nuestra vida.

Todos los seres de luz que están encargados de protegernos, ayudarnos y guiarnos, los encontramos con diferentes nombres y jerarquías. Comunicarse con nuestros guías de luz no es complicado, no requiere entrenamiento especial ni
habilidades particulares. Tanto los ángeles, como los seres humanos son luz divina en esencia y tenemos la capacidad de comunicarnos con otras dimensiones y con las entidades que allí habitan.

La mayoría de los Seres de Luz, existen en la quinta dimensión o en dimensiones superiores. Estos seres suelen ser de una energía muy alta. Podemos decir que su presencia es parecida a la energía solar presente a nuestro alrededor.

Existen diferentes categorías o jerarquías de seres de luz. Los ángeles, arcángeles, guías espirituales maestros ascendidos son algunos de ellos. Debemos tener presente que nosotros, como seres humanos que somos, estamos compuestos por un cuerpo físico y un cuerpo espiritual o alma. Una vez que la vida mortal llega a su fin, el alma permanece viva; por tanto, nuestro desarrollo espiritual debe estar centrado precisamente en el alma.

Estos seres de luz, ya sean ángeles guardianes o arcángeles, tienen como misión cuidar y ayudar a los seres humanos. Cabe destacar que ellos son muy respetuosos de nuestro libre albedrío, por lo que solo te dan su ayuda si tú se lo pide. Si nos mantenemos enfocados en el momento presente y prestamos atención a sus manifestaciones será más fácil reconocerlos, aparte de que cuando estos seres están cerca de nosotros casi siempre nos embriaga una sensación de paz y tranquilidad inigualables.

Si lo que queremos es contactar con ellos para pedirle ayuda, entonces debemos recurrir a la oración y la meditación. Cuando estemos relajados y concentrados en la comunicación, muchas veces notaremos cómo nos llega un revitalizador aliento de fe y confianza.

La importancia de la meditación es que no solo es una actividad sanadora que te va a permitir conocerte mejor, sino que te va a servir como un modo o puente para conectar con tu ángel guardián o con tu guía espiritual a nivel más profundo. Dedica un momento del día a la meditación. Busca un lugar tranquilo, concéntrate en tu respiración, relájate, deja fluir el tiempo y trasciende la realidad. En este estado de paz es más fácil escuchar a tus guías espirituales y entender lo que tratan de decirte. Quizás deseen advertirte de un peligro, tal vez te quieran ayudar a tomar una decisión o simplemente quieran estar junto a ti, si estás triste. De ahí la importancia de estar atentos a lo que sientes, a tus emociones y sensaciones.

Estos mensajeros celestiales pueden enviarte mensajes a través de los sueños. Ellos crean momentos perfectos para establecer contacto con nosotros. Dentro de los sueños puede aparecer la imagen de tu guía para transmitirte algo y te despertarás con un mensaje en tu cabeza. Confía en estos mensajes, cuando los recibas, escúchalos, no tengas miedo de lo que te sugieran, aunque en un momento inicial no lo entiendas muy bien. Es posible que tanto los Maestros Ascendidos como los Ángeles, Arcángeles y Guías Espirituales ya te hayan dado señales de que están contigo y no lo notes. No dudes solicitarles ayuda cuando necesites de ellos, por ejemplo, pide que te den una señal cuando debas tomar una decisión importante.

Recuerda que los Seres de Luz están aquí para ayudarte en todo, por consiguiente debes abrir tu mente para recibir la orientación que deseas.

Todos estos seres nos guían, nos protegen, nos iluminan y hasta nos pueden inspirar. Ellos propagan la Luz en todo el universo.