Con amor sana el cáncer ha sido una experiencia única, ya que mediante este libro pude decirle al mundo entero que este sentimiento puede liberarlos de la enfermedad. El proceso del cáncer me transformó, e hizo de mí un ser maravilloso lleno de paz y mucha tranquilidad. Con las señales espirituales que me fueron dadas, poco a poco fui entendiendo que el amor vence el cáncer.
El odio, el resentimiento, la angustia, la rabia y el sufrimiento hicieron que se desarrollara ese cáncer que hoy se ha convertido en amor.
Esta enfermedad golpea a muchas personas, no distingue raza ni estratos sociales; por eso aquí les estoy diciendo que el amor lo puede todo. Hay que tener fe en el amor y hacer de cada situación la mejor versión para que el amor florezca y dé los frutos necesarios.
Es muy gratificante saber y sentir el amor llenando cada célula, átomo y órgano de nuestro cuerpo, para así ver reflejada la sanación del cáncer con amor.
Dios, con su espíritu, me ha enviado a una vida diferente con un gran sentido de responsabilidad conmigo mismo y con los demás, para llevar una vida llena de amor y compasión. Todos tenemos esa capacidad de amar, sino que nos dejamos llevar por otros impulsos errados que no nos dejan encontrar ese amor que Dios nos ha enseñado. La profunda tristeza hace que nos olvidemos de nosotros mismos y llevemos una vida de silencio.
Con este relato quiero que cuando alguien lea este libro sienta la necesidad de amar y abrazar cualquier situación que esté atravesando, soltarla y dejarla ir con ese amor infinito que Dios nos enseñó, y así vivir una vida llena de paz. Que las malas experiencias, dolores, angustias o cualquier otra circunstancia no interfieran para vivir una vida armoniosa y sana. El amor enfrenta con amor al cáncer y lo lleva fuera de nuestro cuerpo, dejándolo ir y que nunca más regrese.