¿Cómo puede ser que dos ciudades tengan el mismo nombre (y en una esté el Puente de la Poya)? Podcast By  cover art

¿Cómo puede ser que dos ciudades tengan el mismo nombre (y en una esté el Puente de la Poya)?

¿Cómo puede ser que dos ciudades tengan el mismo nombre (y en una esté el Puente de la Poya)?

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Este capítulo de El Placer de Viajar es una curiosa ‘batalla’ viajera entre dos ciudades que comparten el nombre pese a estar en distintos países. El primer capítulo de El Placer de Viajar de este mes de julio es una curiosa confrontación entre dos ciudades que comparten el nombre –y una parte de su historia– pese a encontrarse en dos países diferentes: el Friburgo de Alemania y el Friburgo de Suiza. Kelu Robles nos propone visitar la ciudad alemana –fundada por la misma dinastía unas décadas antes– mientras que Carmelo Jordá nos lleva a su homónima en la Confederación Helvética. El Friburgo alemán está en el land de Baden-Wurtemberg y a las puertas de la Selva Negra, una zona más que recomendable para un viaje. Está considerada la ciudad más cálida de Alemania y su carácter es marcadamente universitario, tiene un aspecto medieval muy bien preservado que la hace ser muy bonita. Entre sus principales atractivos están su casco histórico, con edificios importantes hechos en su mayoría de una curiosa piedra rojiza de la zona, como la Catedral o la Casa de Aduanas. En esta zona se celebra también un mercado de origen medieval con productores de la zona. Tampoco hay que perderse sus puertas medievales, los restos de las murallas y los pequeños riachuelos que recorren las calles y que se crearon como medida contra los incendios. Ya algo más apartada del centro histórico, está una atracción como el Funicular del Monte Schlossberg, en cuya cumbre se disfruta una vista espectacular de la ciudad. Por último, este Friburgo tiene una nada desdeñable cara gastronómica, con sus conocidas salchichas Lange Rote –de 35 centímetros de largo–, unos vinos muy interesantes en la zona y, como una curiosidad imprescindible, el Cafe Forster Max y sus maravillosos helados. El Friburgo suizo, por su parte, está en el centro de la parte occidental del país, cerca de la ciudad de Berna y en un entorno muy bonito de media montaña. Es una ciudad que tienen un gran encanto medieval, pero que al mismo tiempo sigue estando muy viva. se nota que la gente sigue viviendo en el centro histórico. Además, está dividida en dos zonas, una más alta y otra más baja, que crean perspectivas visuales muy interesantes. Entre sus monumentos destacados están muchos de carácter medieval, entre ellos un puente de madera de 800 años que sigue usándose. También llama la atención su Catedral, no muy grande pero sí muy bonita, una colección de fuentes muy curiosas y un pequeño funicular histórico que se mueve con un sistema de contrapesos de aguas residuales. Escríbenos, explícanos qué te gusta más y si hay algo que no te gusta tanto de El Placer de Viajar, dinos de qué destinos quieres que hablemos y si quieres que tratemos algún tema y, por supuesto, pregúntanos lo que quieras en el correo del programa: elplacerdeviajar@libertaddigital.com.
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