De compañera predestinada a presa en un día.

La vida no es fácil para una novia lobo fugitiva.

Estaba lista para formar una familia con Raymond, el alfa de nuestra manada. Entonces descubrí cómo planeaba usarme para expandir su imperio. Las hembras de hombre lobo pueden producir camadas, lindos cachorritos que crecen rápidamente hasta la adolescencia y luego se convierten en humanos.

Gran manera de expandir la familia, ¿verdad? Pensé que era una gran idea. Hasta que vi lo que le costó a la madre, un desvanecimiento gradual de la humanidad y el intelecto. Un precio demasiado alto.

Claro, quiero bebés, pero estrictamente a través de medios humanos.

Ahora estoy atrapada en Tokio, sin familia ni amigos que me ayuden. Diablos, el único otro sobrenatural de habla inglesa aquí es un maldito mago llamado Mason. Apesta a magia y engaño. Y odia a los hombres lobo, llamándonos salvajes.

Ningún hombre lobo que se precie pediría ayuda a un mago.

Entonces Raymond llegó a Tokio, con la intención de curar su orgullo herido con mi sangre.

Qué demonios, dejé atrás mi amor propio cuando abandoné la manada. Me taparé la nariz y hablaré con Mason, le pediré ayuda. Incluso rogaré por su ayuda.

La pregunta es, ¿querría un mago ayudar a un salvaje extraviado?