Hay algo irresistible en cruzar la línea.

Ya sea por la diferencia de edad, el inquilino al que no deberías tocar o el mejor amigo con el que has jurado mantener una relación platónica, el deseo no entiende de reglas. En esta emocionante colección de cinco relatos tabú, la pasión se cuece a fuego lento en lugares inesperados y explota a puerta cerrada.

Desde la tensión junto a la piscina hasta las confesiones después del trabajo, estas historias demuestran que la lujuria no sigue las reglas y que, a veces, los placeres más traviesos provienen de tomar lo que no deberías desear.

Prepárate para ser seducido por lo atrevido, lo prohibido y lo tan satisfactorio. Las siguientes historias están incluidas en esta ardiente colección:

Traviesa con el chico de la piscina

Justine quiere un hombre que la vuelva loca. Bond, el sexy chico de la piscina, parece estar provocándola con cada movimiento. ¿Podrá manejar lo que esconde bajo ese bañador?

Después del trabajo con Aiden

Aiden, mi joven inquilino, me atrae más de lo que debería. Una visita al bar después del cierre termina con su cuerpo duro entre mis piernas... y secretos que nadie puede saber.

Wyatt, mi inquilino

Mi amiga dice que a los cuarenta aún puedo explorar. ¿Pero con Wyatt, mi sexy inquilino? Ella insiste… y pronto descubro lo que significa entregarse completamente.

Mesa para dos.

Jessie entra al consultorio de Matt y la química es inmediata. Olvidan la profesionalidad y, sobre la camilla, descubren que una vez nunca es suficiente.

Excursión al pecado

Cheryl y Nataniel intentan ignorar su atracción. Pero durante una excursión, la tensión estalla y cruzan una línea de la que no hay vuelta atrás.

Inclinado para el mayordomo

Mi marido se fue... otra vez. En lugar de llorar, me incliné para Jackson, el mayordomo. No esperaba que aceptara la invitación—y mucho menos que me hiciera desearlo tanto.

Punto de congelación, calor hirviente

Un iglú, una noche helada… y el calor inesperado del cuerpo de Jim sobre el mío. Rodeados de nieve, solo sus manos me mantuvieron en llamas.

Cumpleaños por la puerta trasera

Cuarenta años, un deseo claro y un inquilino joven dispuesto a darme justo lo que le pedí: todo, por la puerta trasera.

Bimbo en las aguas termales

Liam no sabía lo que le esperaba. El vapor, su cuerpo desnudo y mis ganas hicieron de esa excursión algo inolvidable. Yo quería más... y él lo tenía todo.

Entrega especial

La maternidad cambió mi vida, pero no mis deseos. Benjamin, el cartero, vino a traer un paquete… y terminó dándome justo lo que necesitaba, una y otra vez.